27 de octubre de 2011

El perrito juguetón

Estaba en Granada montada en el coche yo sola y vi un perrito suelto. Me bajé del coche y me puse a jugar con él hasta que vi a mi madre y fui corriendo hacia ella. El perro me seguía. Mientras que íbamos andando para el coche el perro salió corriendo. Nosotras creíamos que se había ido.

Cuando abrí el maletero para meter el carro de mi hermano el perro se metió sin que me diera cuenta. Cuando llegué a mi casa me puse a sacar el carro del maletero. El perro saltó encima mía para jugar. Mi madre se asustó y yo le dije que no pasaba nada, que era muy bueno. Allí nos pusimos a jugar en mi casa con él.

Le pregunté a mi madre que si me lo podía quedar. Ella me dijo que no y se lo tuve que dar a a mi prima como regalo de cumpleaños. A ella le gustó mucho y cuando voy a su casa parece que el perro es mio más que suyo porque el perro está todo el rato que estoy allí conmigo, pegado, sin separarse. Cuando me voy a a mi casa se pone a llorar y a mí me da mucha pena porque es muy pequeño. Desde entonces lo llamo juguetón.

Elaborado por Sandra Sánchez Moreno

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