Había una vez una princesa que todos los deseos que pedía se le concedían y una vez pidió una cosa muy importante para ella: lo que ella quería en realidad era una familia en la que ella se sintiera a gusto y ser la más feliz del mundo porque ella estaba perdida en un bosque sola y se sentía muy triste.
Cuando había pedido ese deseo se fue a dar un paseo y encontró una autopista en la que había una mujer allí parada y le dijo que se montara en el coche. Ella se subió. Cuando llegaron le dio una gran cena para que no pasara más hambre.
Ella con esa familia se sentía muy feliz y ella decía que su deseo ya se había cumplido, pero la mujer le dijo que ella no se podía quedar con ella por que tenía 5 hijos que mantener, pero que podía venir a su casa cuando quisiera que es como si fuera suya también. Cuando se iba a ir la princesa le dijo la mujer:
-Espera, mira, mejor te quedas conmigo. Así te pones a trabajar, me ayudas y cuando puedas te vas a vivir sola.
Y desde entonces viven juntas, no se han separado y viven muy felices.
Elaborado por Sandra Sánchez
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