Esta anécdota sucedió ayer en el campo de mi madre con unos amigos: José, Álex y Francisco. Mientras nos dábamos una vuelta en la bicicleta descubrimos una casa abandonada. Intentamos quedárnosla de guarida; por eso intentamos limpiarla un poco porque había un montón de arañas y ratas. Volvimos a la casa a comer y después de comer jugamos al fútbol y luego de nuevo fuimos a la casa abandonada y vimos a un hombre con una moto pararse delante de ella y, escondidos y asustados, mirábamos al hombre sin que nos viera. Después fuimos andando hasta mi casa y ya no volvimos más a la casa abandonada.
Elaborado por Gonzalo
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