10 de mayo de 2012

El castillo magico

Érase una vez hace muchos años un castillo mágico. En aquel castillo vivía una princesa muy bella que no vivía bien allí. La princesa cada vez que tocaba una cosa en aquel castillo se convertía en un animal, cada día era un animal distinto. Un día fue un gato; otro, un perro; otro, un pájaro; así todos los días. Hasta que un día  tocó la nariz de un payaso.
Entonces se dio cuenta de que según lo que tocaba se convertía en lo que estaba relacionado. Ese día se convirtió en payaso; no se atrevía a salir a la calle porque temía que se rieran de ella. Después de una horas llamaron a su casa, y no se atrevía a abrir. Entonces dijo:
- ¿Diga?
- Hola, soy el príncipe. ¿Me puedes abrir?
- No, lo siento, estoy ocupada
- Y ¿cuando puedo hablar contigo?
- Es que....
Entonces abrió la puerta y lo metió corriendo para que no lo viera nadie. El príncipe no pudo aguantar la risa y se río. Entonces la princesa le contó lo que pasaba y el príncipe dijo:
- Lo que quería decirte es que mi hermano va a cumplir cinco años y... Bueno, que necesitamos payasos.
- ¡No te rías! ¡Vete de mi casa ahora mismo!
- Perdóname, es que me encantan los payasos.

Entonces lo echó de su casa.

Elaborado por Alba del Pino
                                                                         

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