3 de noviembre de 2011

El conejo de chocolate

Érase una vez, en una aldea llamada Rakion donde había llegado la Pascua, y todos los niños iban a la pastelería para comprar conejos de Pascua. Un día hicieron un conejo muy bonito, ¡era el más bonito de toda la pastelería!
Un día fue un niño, y se lo iba a comer, el pobre conejo no quería ser comido y por eso, cuando llegó la noche, se escapó de la pastelería.
Se fue por la carretera hasta  el bosque, por allí  se encontró con una gallina que se asustó al ver el conejo de chocolate, y la gallina le preguntó:
-¿Qué hace un conejo de pascua por estos senderos?
El conejo se sorprendió al oír esa pregunta y el contestó:
-Pues que yo era el conejo de pascua más bonito de toda la pastelería, pero ayer un niño me quería comer y me escapé de la tienda.
El conejo se lo contó todo y la gallina le ayudó a irse para que no se lo  comieran. Pero se encontraron con un perro los vio a los dos, y fue a comérselos, pero los dos fueron más listos y se camuflaron con hojas.
A la mañana siguiente la gallina dejó al conejo solo y el pobre se fue donde avía unas tiendas de campaña y una gran hoguera. Los niños estaban jugando con el conejillo y encendieron los niños su hoguera porque hacía mucho frío y fue un niño pequeño que se sorprendió y se lo dijo a su madre mientras el conejo se acercó a la hoguera y cuando llegaron los niños solo había un gran charco de chocolate.

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